Nuestro primer día en Roma ha sido, ante todo, caluroso. Después de unas explicaciones en el colegio hemos empezado a andar... Y no hemos parado!!
Primero el coliseo, impresionante. No es la torre de Pisa pero nos ha encantado. Es mucho más grande de lo que nos esperábamos, eso sí, no se puede entrar con crema en spray!
Por un momento nos hemos sentido como emperadores romanos y, a la vez, como gladiadores achicharrados por el sol.
Después de luchar, en vez de por salvar nuestras vidas, por un poco de agua fresquita, hemos ido a comer a un parque cercano. Bocadillos, música y descanso merecido.... Aunque corto, en nada hemos vuelto a andar hasta el foro.
Nos ha costado entrar, los carteles nos han confundido pero pronto hemos visto el arco de Tito, donde nos hemos hecho nuestra primera foto oficial de grupo completo. Además de la foto nos han encantado los relieves sobre el saqueo de Jerusalén.
Tras reponer fuerzas con las fuentes de agua fresquita que hay a la entrada, hemos continuado. Impresionantes ruinas testigos de la historia. Había demasiadas columnas para contarlas pero han sido increíbles.
Aunque ya muy cansados, hemos conseguido subir y ver las vistas desde el Palatino y desde la plaza, diseñada por Miguel Ángel, que alberga la escultura equestre más famosa de la Roma antigua. Pese al calor, nos ha encantado.
Poco a poco hemos vuelto al colegio. Poco a poco porque íbamos muy lentos (algunos más que otros!) pero seguros, bueno, no todos. Podemos afirmar que Jun ha ganado su batalla personal contras las bicicletas romanas... Más o menos.
Tras un día agotador hemos llegado a casa, alguna ha disfrutado de la danza contemporánea romana, pero el resto solo queríamos descansar.
Hemos visto cosas increíbles, hemos andado como nunca, casi morimos de calor... Ha sido un día maravilloso.
Mañana??? Por ahora, un poco de descanso. Buenas noches!
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